La resistencia a los antibióticos (AMR - antimicrobial resistance) es el resultado de la capacidad de los microorganismos para resistir tratamientos antimicrobianos, tales como antibióticos, antimicóticos, antivirales, antimaláricos y antihelmínticos. La AMR se produce por modificación de la fisiología de los microorganismos (resistencia intrínseca) o por modificación genética (resistencia adquirida).
Estos microorganismos se denominan a menudo "superbugs" y son la causa de la ineficacia de los medicamentos para hacer frente a la infección, dando lugar a la persistencia y aumento del riesgo de propagación de la misma.
El uso intensivo, excesivo y a menudo inadecuado de antimicrobianos en el ámbito humano y veterinario y un control reducido de las infecciones han acelerado significativamente el proceso de propagación de organismos resistentes, extendiendo este fenómeno de salud pública a nivel mundial.
Algunos ejemplos de uso incorrecto de antibióticos son atribuibles a casos patológicos donde no existen las condiciones necesarias para su ingesta, como es el caso de su uso como promotores del crecimiento en animales y peces.
Para hacer frente a este problema de forma eficaz es necesario pensar en un enfoque holístico multisectorial que abarque varios sectores: la medicina, la zootecnia, la agricultura, la investigación, el comercio y la no menos importante comunicación.
La Food & Drug Administration americana (FDA) ha estimado que el uso de antibióticos relevantes para el hombre y utilizados en las ganaderías es más del 80% del total. También la Unión Europea, sensible al tema de la AMR, ha dictado un cambio de rumbo y ha previsto la receta electrónica para controlar mejor todos los registros y las cantidades de productos terapéuticos adquiridos.
Demostrar una reducción significativa de los antibióticos y los medicamentos utilizados (al menos igual al 10%) aporta ventajas en términos de contribución comunitaria y permite entrar en un circuito virtuoso premiante.
En línea con las tendencias del mercado, proponemos una posible alternativa con el uso de alimentos naturales y dietéticos con objetivos nutricionales especiales ("functional food") con la marca Algatan® y también sugerimos buenas prácticas y protocolos (uso-bioseguridad) capaz de reducir drásticamente el consumo de antibióticos hasta su completa eliminación, tanto para uso humano como veterinario.
Los botánicos y preparados a base de plantas, algas, hongos y líquenes que caracterizan a los productos Antibiotic-Free están ampliamente presentes en el mercado europeo en forma de suplementos. Los Botanical Drugs (BD) son materiales vegetales que se utilizan para el diagnóstico, cura, tratamiento o prevención de enfermedades y que pueden incluir plantas, algas, hongos macroscópicos o una combinación de ellos.